Vicente Tena

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Vicente Tena Fuster. Escultor de la Desnudez

El conjunto escultórico posee la Hermandad de Nuestro Señor Jesús de la Desnudez, data de 1910, y fue realizado por el imaginero Vicente Tena Fuster, que vino a sustituir al antiguo conjunto de “El Redopelo”, tallado por el escultor Manuel Borje Zayas en 1665. .Hasta ahora este escultor no ha sido objeto de estudio, así que daré unas pinceladas sobre su formación artística y académica, el taller de escultura que creó, y su forma de trabajar. Se desconocen aún su lugar y fecha de nacimiento y fallecimiento, pero se conoce que estuvo afincado en Valencia donde tuvo su taller de escultura. Vicente Tena Fuster, se formó en el taller de otro conocido escultor valenciano llamado Modesto Pastor Julià, que fue profesor de dibujo y escultura en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, y además tenía un importante taller en la calle de La Amargura de la Ciudad del Turia, que mantuvo abierto hasta su fallecimiento acaecido en 1904. Después de su formación profesional, Tena abrió su propio taller, posiblemente en los años sesenta del siglo XIX, del que conocemos dos ubicaciones: la primera en la calle de Las Danzas número nueve, junto a la Iglesia de la Compañía de Jesús, en el céntrico Barrio del Mercat de Valencia y posteriormente trasladó su taller enfrente del Colegio de la Congregación de Jesús-María, situado en la Avenida de Fernando el Católico. En este taller a su vez se formarán una nueva generación de escultores como por ejemplo Rafael Grafíá Jornet.Vicente Tena se anunciaba regularmente en la prensa escrita de la época (se conocen anuncios en “El Faro de Vigo” en 1902, “El Comercio” en 1919, en la revista semanal “La lectura dominical” en 1902, etc) y por le edición de catálogos ilustrados donde mostraba su taller, su oferta artística, sus obras y la forma de adquisición, siendo un sistema de venta innovador para aquella época importado de los Estados Unidos, que le permitió dar a conocer su taller y su obra por toda la geografía española y extranjera.

El  catálogo ilustrado que conocemos, de cuarenta hojas, incluía su número de teléfono y dirección, por lo que hemos de suponer que contactar con él no era difícil, además de ser un profesional que se amoldaba a las exigencias artísticas y económicas de los clientes. De las fotos de su taller (que se incluyen en dicho catálogo) ponemos concluir, que trabajan al menos una veintena de personas, entre aprendices y oficiales, siendo de un  gran tamaño para la época. Pudiendo añadir, que tenía un elevado nivel de especialización, ya que controlaba todo el proceso artístico en la realización de imágenes: dibujaba bocetos, elegía y tallaba la madera, y finalmente se encargaba del encarnado y decorado, textualmente se cita en su página sexta: “Se remitirán dibujos y fotografías con detallada explicación de lo que la Casa se compromete a construir en la cantidad que se designe. Esta es la primera Casa en Valencia que además del estudio de Escultura, instaló los talleres de decorados y encarnado, talla de adorno y carpintería en el mismo establecimiento”. También su oferta como profesional se extendía a todo tipo de mobiliario religioso (retablos, relieves, arcas, andas procesionales, etc) y como no, a la restauración (esta documentado que en 1925 el Taller de Vicente Tena, restaura la “Virgen de los Dolores” perteneciente a la Cofradía del Santísimo Cristo del Calvario y Jesús Nazareno de la ciudad de Mérida).

Sabemos que empleaba “madera de pino rojo de Flandes” para las grandes tallas, ya que según él “daba un excelente resultado”, empleaba el peral y el ciprés para encargos “más pequeños” y utilizaba el cedro “para imágenes con destino a países con clima cálido y húmedo y para altares”. Debe tenerse en cuenta, el énfasis que ponía la calidad en los materiales y acabado de las esculturas que realizaba, dando un trato personalizado al cliente en la realización de la obra encargada, garantizando incluso su reembolso si no le satisfacía.