Nuestros Mayores

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Relación de Hermanos con más de cincuenta años de antigüedad en la Hermandad de Nuestros Señor Jesús de la Desnudez

 

-Ramón Serrano Sampedro
-Segundo Herrera Sampedro
-Marciano Álvarez Pérez
-Eloisa Aníbarro Pérez
-José Antonio Pérez Hernández
-Antonio Rubio Alonso
-Emilio Herrera Sanpedro

-Juan Pérez Aníbarro
-Jesús Pérez Mateo

  • D. Miguel de Unamuno en su famoso artículo sobre la Semana Santa riosecana, publicado por el diario El Sol en 1932, escribía:

“Era la misma procesión de antaño. El anciano cree ver la que vio de niño, y el niño, aún sin darse de ello cuenta, espera ver la misma cuando llegue a anciano, si llega...”

Con aguda penetración de filósofo y fina sensibilidad de artista supo expresar en tan breves palabras la esencia de nuestra Semana Santa y por ende de nuestras Hermandades. La mutabilidad del tiempo y la perdurabilidad de las emociones. Por eso, para nosotros, el recuerdo de nuestros mayores es tan significativo y  nunca estamos más vivos que cuando los traemos al presente.

Nada es hoy ni ayer en nuestra Semana Santa, todo es siempre. Por eso, cuando rezamos por nuestros difuntos, el pensamiento vuela en su busca  y  se interna en los vericuetos emocionados de su reencuentro.

Tener siempre presentes a nuestros mayores es nuestra forma de alimentar la memoria colectiva y conseguir que permanezca viva en un continuo rehacerse. Este es el secreto que arrebata. Aunque los tiempos cambian, las formas permanecen y ahí radican nuestras señas de identidad.

Nuestros mayores son el cordón umbilical por el que se alimenta y fluye esta pasión nuestra por estar o por volver a Rioseco en Semana Santa.

Nuestros mayores, dueños del tiempo, nos ayudan a que salgan a la luz los detalles olvidados en el desván de la memoria.

Nuestros mayores nos dan el soporte para que la repetición del rito esté llena de sentido y significación.

Nuestros mayores nos ayudan a crecer en nuestros hijos cuando al abrigo de su cariño, volvemos a ser niños.

Nuestros mayores nos hacen sentir que el pasado es presente.

Nuestros mayores, testigos generosos de la experiencia colectiva, nos guían en su asunción para convertirla en propia.

Para honra de los mayores que nos acompañan, recuerdo de quienes los precedieron  y en reconocimiento a  su trayectoria, luz del camino para los que serán, “pasan los pasos”.